La modificación del artículo 165 de la Ley de Régimen de la Seguridad Social para resolver la incompatibilidad que existe entre el cobro de las pensiones y las retribuciones por derechos de autor, es la principal reivindicación de la plataforma Seguir Creando
Asisto en los últimos días, y acompañado del habitual soponcio, a la cadena de declaraciones e imágenes habituales de asociaciones y plataformas aferradas a las anticuadas e inútiles formas de hacer las cosas. Me refiero, como otras veces, a las asociaciones pasillistas.
Voy a destacar en esta ocasión la de la última arremetida de la Plataforma Seguir Creando que “denuncia” (¡tachan tachan!) que el Gobierno “no encuentra una solución al problema de los artistas jubilados y su pensión”.
Tres años desde que empezaron a “pedir soluciones”
La gente lo que piensa es que esta plataforma debería saber que el Gobierno no quiere encontrar ninguna solución pues le va a costar “dinero social”, y de eso nada. Y los PGE de 2018 ya están presentados. ¿Está ese gasto ahí incluido? Silencio.
Y la gente, que no es tonta, ya sabe que esa tiene que ser la misión de la susodicha Seguir Creando: traer los problemas resueltos de casa y luego montarle la bronca a este Gobierno al que no le gusta solucionar este tipo de “cosas sociales” y menos si tienen que ver con trabajadores y más aún de la cultura.
Que ya han pasado tres años desde que se constituyó la plataforma. Y mientras tanto, los jubilados creadores pagando multas, sufriendo penurias, alguno de ellos hambre, y otros hasta se mueren, Sras. y Sres. pasillistas.
Sonríe, que hay foto
Pues no. Esa es la tónica de estas asociaciones o plataformas. Son la metástasis de los movimientos sociales pues las reivindicaciones no existen para ellos, al menos tal y como entendemos que tienen que hacerse desde 2011.
Incluso, cuando vehiculizan su discurso en el entorno de la gestión administrativa, por ejemplo, de los músicos, como ya he contado en otras ocasiones, son las aniquiladoras de los sentimientos sindicales.
Unos sentimientos que son necesarios para vertebrar las reivindicaciones de los trabajadores, que eso es lo que somos; los creadores, intérpretes y los profesionales que bailamos esta danza macabra: unos currantes desposeídos de derechos; precisamente por esas actitudes.
En la imagen que acompaña la noticia (maldita fototeca) con fecha del 29 de marzo, a la que me refiero en este post, no hay desperdicio. Destacan una directora de Socios de SGAE, demasiado afín a las editoriales discográficas, que ya no está en plantilla, un Antonio Fraguas Forges hoy fallecido, y un ministro novio de la muerte.
La Plataforma Seguir Creando, como todas las organizaciones ‘pasillistas’, sufre de ausencia de pensamiento crítico y carece de autoridad moral para ejercer una presión social legítima y, por lo tanto, capacidad para ofrecer resultados.
Pensamiento crítico, denuncia y presión social
La gente entiende muy bien la inutilidad de las reunionesde la plataforma Seguir Creando y de que se junten 40 organizaciones y que se pongan todas guapas y guapos para las fotos. Lo que la gente empieza a entender, también, es que la forma en la que hacen las cosas, no es la forma. Que viene siendo otra, vamos.
Dejen ustedes para los políticos el blablablá habitual. Que sí, que está muy bien que le pasen al PSOE el guion para que su responsable de Cultura, Ibán García Blanco, tarde 3 años en “anunciar” que con «carácter de urgencia» promoverá en el Congreso, Senado y parlamentos regionalesque el Gobierno «cumpla su compromiso» sobre el derecho de los autores a percibir la jubilación y mantener su actividad. ¿Pero no se enfadan ustedes?
La gente sabe que les faltan un poco de barricadas y más imaginación y les sobran pasillos. Que si en Bilbao los pensionistas se reúnen cada lunes desde hace semanas a las puertas de su Ayuntamiento para que la sociedad no olvide, igual a ustedes les toca hacer algo parecido en la Plaza del Rey.
Mucha gente en la calle conoce, visto lo visto (Las Kellys, Amazon, Deliveroo, Factoo, Huelga Feminista), que aquí ya hay derechos que no pueden seguir perdiendo el aliento por los pasillos. Porque esto es lo que hace el pasillismo, dejar sin aliento a las reivindicaciones.
La ausencia de pensamiento crítico y solidaridad en Seguir Creando es patente cuando, en un mismo día, tres de sus compañeros (aunque jubilados y pensionistas estos son, o quieren continuar siendo, creadores en activo) son condenados por la justicia en los juzgados (Nacho Carretero y Valtonyc) o en los despachos de una feria de arte (Santiago Sierra), y esta organización no hace ninguna manifestación al respecto.
Y sin pensamiento crítico la “denuncia” de Seguir Creando está vacía pues además de egoísta es insolidaria. Consecuentemente, esta plataforma carece de autoridad moral, aunque la reclamación sea justa, para ejercer una presión social legítima y, por lo tanto, capacidad para ofrecer resultados.